Revista Prevenir

Mente sana- «últimas noticas»

Maria Gracia Cavestany Campos, picóloga clínica.

Uno de los caminos más sencillos para ser optimista es prestar atención a los pequeños y grandes acontecimientos y detalles de cada día. Dar gracias por todo lo bueno que otras personas nos hacen, por pequeño que sea el favor o el gesto cariñoso que nos regalan.

Además, dar gracias a la vida y a todo lo bueno que tenemos y somos. Cuando agradecemos, primero hemos tenido que ver, luego reconocer y valorar. Ser agradecido es ser optimista, capaz de ver que la mayor parte de las veces sucede lo mejor que nos podría pasar.